Recordando nuestras raíces

Un tatuaje en el alma de Ylenia

Publicado en
9 de noviembre de 2022
Dicho por
Ylenia Aguilar Velderrain

Ylenia Aguilar Velderrain es orgullosamente de Orizaba, Veracruz, México. Cuando era niña, pasaba los veranos en Veracruz con su abuela, que es indígena de la tierra. Aquí cultivó su aprecio por el aprendizaje, especialmente sobre la tierra, el agua, la agricultura y la historia mesoamericana. Como madre de dos hijos, los educó intencionalmente sobre sus antepasados y su conexión con la historia y el medio ambiente en general.

Indocumentado sin saberlo

Ylenia siempre supo que llegó a Estados Unidos desde México muy joven. Pero su hermana mayor era ciudadana estadounidense, por lo que no entendía lo que significaba estar legalmente documentada. Simplemente asumió que ella también era ciudadana estadounidense. Sin embargo, en la escuela secundaria, Ylenia asistió a una escuela centrada en preparar estudiantes para la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Cuando llegó el momento de alistarse, se dio cuenta de que no tenía un número de seguro social para hacerlo. Fue un momento de gran tristeza y la visión de su vida comenzó a colapsar. No podía alistarse en la Fuerza Aérea, ir a la universidad ni votar. Sin embargo, decidida a continuar su educación, se matriculó en Pima Community College. Más adelante en su vida, después de que Ylenia se convirtiera en residente permanente legal a través del matrimonio, cumplió su sueño de ir a la universidad asistiendo a la Universidad de Arizona a la edad de veinticinco años.

En julio de 2014, se convirtió en ciudadana estadounidense. La primera vez que votó, votó por sí misma para un puesto en la Junta del Distrito Escolar Primario de Osborn. Ganó las elecciones y desde entonces ganó su reelección para ser Presidenta de la Junta. Pero hasta el día de hoy, lleva consigo su identidad y experiencia de indocumentada, “como un tatuaje en mi alma”, dice.


El papel de Ylenia en la junta escolar tiene sus raíces en su deseo de participar en la educación de su hijo. Cuando eran pequeños, ella no tenía los recursos para llevarlos a museos o viajar, por lo que se unió al jardín comunitario de su escuela para fomentar el amor por el aprendizaje en sus hijos y conectarlos con la Madre Tierra como lo había hecho su abuela por ella.

“A veces no tienes dinero ni recursos, sólo tu dignidad, tus historias… y tu imaginación”.

La profunda conexión de Ylenia con su comunidad y su medio ambiente la motivó a postularse para la Junta del Distrito de Conservación del Agua de Arizona Central. Ella espera contribuir con soluciones de agua basadas en la comunidad para garantizar que a todos se nos garantice un futuro fructífero en Phoenix.


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