La pelea de trece años de Sonia
Trece años.
Desde 2010, Sonia* ha estado luchando por su derecho a permanecer en los EE. UU. con sus dos hijas, y en marzo de 2024, ¡finalmente ganó!
Para aquellos que tenemos suerte de conocer a Sonia, sabemos que ha estado luchando la mayor parte de su vida. Superó el abandono de sus padres, comenzó a trabajar para mantenerse a los 12 años, emigró a los Estados Unidos en 2000 y sobrevivió años de abuso con el padre de sus hijos antes de separarse de él en 2009.
Un año después, en 2010, la policía descubrió que Sonia tenía documentos falsos que usaba para mantenerse a sí misma y a sus hijas. Esto dio lugar a una condena penal. Aunque el tribunal penal la sentenció a libertad condicional, Sonia pasó los siguientes dos años y medio encerrada en detención de inmigración en Eloy, Arizona, separada de sus dos hijas adolescentes.
En 2010, PLAN todavia no existía, pero Sonia tenía una gran abogada que luchaba por ella, Mercedes Ryden (entonces en la práctica privada en la Oficina de Derecho de Burns). Pero hasta los mejores abogados no siempre ganan porque la ley a menudo está en nuestra contra. En 2011, el juez de inmigración decidio que la condena de Sonia la hacía inelegible para el estatus legal y ordenó su deportación. A pesar de este obstáculo, Sonia, junto con Mercedes, persistieron en su lucha.
Con determinación inquebrantable, Sonia y su equipo legal apelaron su caso ante un tribunal superior, primero ante la Junta de Apelaciones de Inmigración (donde volvió a perder) y luego ante el Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito con representación pro bono de la maravillosa Kara Hartzler. Afortunadamente en 2014, durante este proceso de apelación, la ley cambió. Y ICE (Inmigración y Control de Aduanas) y la corte finalmente acordaron que la condena de Sonia NO la descalificó y que merecía la oportunidad de presentar una solicitud de residencia.
Para entonces, era 2015. Sonia había salido de la detención y se había reunido con sus hijas y su nuevo marido en Phoenix. Su caso de inmigración tomó un giro para mejor, pero su vida personal tomó un giro para peor.
El marido de Sonia, que la había apoyado durante todo su caso, se volvió violento, abusivo y controlador. Amenazó con llamar a la policía y le dijo que si lo dejaba, sería deportada. A pesar de sus temores de ser deportada y regresar a la detención, al ruego de su hija, Sonia dejó a su marido. Sin saberlo, esta difícil experiencia en última instancia abriría una nueva oportunidad para el alivio a través de la Ley de Violencia contra la Mujer (VAWA).
Por desgracia, después de separarse de su marido, Sonia no podía permitirse el lujo de pagar a su abogada de mucho tiempo, Mercedes, que ya le estaba representando a bajo costo. Decidida a garantizar que Sonia recibiera el apoyo legal que merecía, Mercedes se puso en contacto con el Proyecto de Derechos de Inmigrantes y Refugiados de Florence (FIRRP) en 2019. PLAN, que existía como proyecto piloto dentro del FIRRP en ese momento, asumió la representación de Sonia.
En 2019, con el apoyo de PLAN en FIRRP, Sonia solicitó VAWA. Dos años más tarde, U.S. Citizenship & Immigration Services aprobó su solicitud de VAWA, abriéndole la puerta para solicitar la residencia permanente.
PERO, como con muchos casos de inmigración, había una línea y Sonia no estaba al frente de ella. Después de numerosas audiencias, su momento finalmente llegó en marzo de este año. En su audiencia final, el juez de inmigración accedió a la solicitud de residencia permanente de Sonia y reconoció su resistencia y fortaleza frente a la adversidad.
Después de su victoria triunfal, Sonia, su hija y nuestra abogada, Rekha, celebraron en Novel Ice Cream. En medio de la alegría y el alivio, la hija de Sonia capturó la esencia del momento diciendo:
“Mamá, ¿Se siente el aire? Es la libertad”.
Estamos muy felices de que Sonia y sus hijas ahora tengan la seguridad de saber que Sonia tiene derecho a seguir siendo parte de nuestra comunidad de forma permanente y tener la libertad de planificar un futuro juntas.
Sonia siente un profundo amor y orgullo por sus hijas y por su trabajo como gerente de limpieza en uno de los lugares más grandes del Valle. Al embarcarse en este nuevo capítulo, Sonia sigue siendo siempre ambiciosa. Tiene los ojos puestos en convertirse eventualmente en gerente de un lugar aún más grande y en la ciudadanía estadounidense. Aunque solo sería elegible para la ciudadanía en cinco años, le pidió con entusiasmo a Rekha que le enviara las preguntas sobre ciudadanía ahora para comenzar a estudiar.
Nos sentimos honrados de haber sido parte del notable viaje de resiliencia, coraje y triunfo de Sonia y seguimos asombrados por el espíritu inquebrantable y la determinación de Sonia para superar los obstáculos y aprovechar las oportunidades que se avecinan.
*Nombre cambiado para proteger la privacidad